b) "Moción para la reorganización del sistema monetario internacional: el Nuevo Bretton Woods" presentada por 16 senadores de la República de Italia.
Como dijo el Lic. Benito Juárez, el mejor Presidente de nuestro país en los momentos más difíciles de la ocupación francesa: "Mientras uno quede en pie, nada se ha perdido".
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Senadores italianos introducen una moción que propone el Nuevo Bretton Woods de LaRouche
24 de septiembre del 2008 (LPAC).— El 24 de septiembre, el senador Oskar Peterlini presentó de manera oficial en el Senado italiano una "Moción para la reorganización del sistema monetario internacional: el Nuevo Bretton Woods". La moción llama al Gobierno italiano a "actuar a nivel internacional para promover" un nuevo sistema, "modelado en el Nuevo Bretton Woods como lo propuso el economista estadounidense, Lyndon LaRouche". La moción especifica los principios importantes de la propuesta de LaRouche, enfocándose en los conceptos de reorganización por bancarrota, las medidas para detener la especulación, la importancia de un sistema de crédito en vez de uno monetario y la cooperación entre los EUA, Rusia, China e India como las bases para los nuevos acuerdos.
Tras solamente un dia, la moción había sido firmado por 19 senadores con negociaciones en marcha con senadores tanto de la mayoría como de la oposición para forzar su debate en el pleno.
En años recientes, Italia ha tomado el liderato en impulsar un Nuevo Bretton Woods como consecuencia de una vigorosa campaña organizativa del movimiento de LaRouche en ese país, incluyendo numerosas visitas a Roma de Lyndon LaRouche en las que ha participado en discusiones públicas y privadas con importantes figuras políticas. Empezando en 2001, se han introducido varias mociones tanto ante el Senado como en la Cámara de Diputados con la propuesta de un nuevo sistema financiero, entre ellas una que finalmente aprobó la Cámara en abril del 2005.
La nueva moción presentada por Peterlini va más allá de los aspectos técnicos de la especulación y la inestabilidad monetaria e identifica al Nuevo Bretton Woods en términos de los conceptos expuestos por Lyndon LaRouche. Representa así un paso importante adelante en el debate ya en marcha en meses recientes, debido a la decisión del ministro de Economía Giulio Tremonti a impulsar el Nuevo Bretton Woods tanto en Italia como en el extranjero, poco después de participar con LaRouche en una conferencia pública el año pasado.
La moción dice:
Moción por la Reorganización del Sistema Monetario y Financiero Internacional: el Nuevo Bretton Woods.
El Senado,
En tanto que:
La intensificación de la crisis financiera internacional vista en semanas recientes con la quiebra de Fannie Mae, Freddie Mac, Lehman Bros. y AIG, entre otras, ha obligado al Gobierno de los EUA y varios bancos centrales a intervenir de emergencia para evitar una reacción en cadena que pondría de rodillas a la economía global;
La gravedad de esta crisis como una amenaza a las condiciones de vida de los pueblos por todo el mundo, y como una fuente de desestabilización estratégica, fue denunciada por el Parlamento italiano ya en 2001 (la Moción de Lettieri en la Cámara, la Moción de Peterlini en el Senado, y otras), en mociones que convocan al Gobierno italiano y a la comunidad internacional a actuar para crear un nuevosistema financiero para evitar futuras crisis financieras y promover la reconstrucción de la economía real;
A pesar de estos llamados, las autoridades políticas y monetarias de Europa y los Estados Unidos siguieron permitiendo —y de hecho impulsando— una economía basada en el crecimiento de valores financieros ficticios, sin vínculos a la economía productiva. El último ejemplo es la burbuja hipotecaria y la especulación con materias primas, energía y productos alimenticios.
El fracaso en actuar para hacerle frente a esta crisis ha llevado a los suscesos dramáticos de los días y meses recientes. Ahora, las autoridades corren de un incendio a otro, mientras que cada vez queda claro que el hoyo creado por la especulación financiera no tiene fondo. Desafortunadamente, en vez de seguir el ejemplo de la reconstrucción de postguerra en Europa, o la política del Nuevo Trato puesta en práctica por el presidente estadounidense Franklin Delano Roosevelt durante la Gran Depresión, hoy las autoridades intentan usar los fondos proporcionados por el Estado para cubrir las pérdidas provocadas por los valores hipotecarios y los derivados que han multiplicado el valor especulativo más allá de la imaginación. Un ejemplo de esta política puede verse en el reciente rescate de AIG y otras instituciones, cuyo objetivo declarado es cubrir los derivados ligados a la especulación basados en las hipotecas especulativas, en vez de proteger la actividad económica ordinaria. Semejante intento no sólo es inútil sino que garantiza un empeoramiento mayor de la crisis que se suponía resolver, y provocará una hiperinflación. De hecho, una investigación reciente del Congreso de los EU sacó a la luz que la nueva liquidez inyectada por los bancos centrales para salvar a los jugadores financieros, ha sido usada para operaciones especulativas adicionales que han causado la explosión del precio del petróleo y productos alimenticios de los últimos meses;
Por tanto,
El Gobierno italiano debe actuar internacionalmente para promover una reorganización del sistema monetario y financiero internacional, y cooperar con las potencias del mundo más importantes para establecer un nuevo sistema, modelado en el Nuevo Bretton Woods como lo propuso el economista estadounidense Lyndon LaRouche:
1. La reorganización del sistema debe seguir el modelo de una reorganización por bancarrota, en la que las deudas especulativas —que representan la vasta mayoría de las deudas en los libros de los principales bancos comerciales, bancos de inversión y también numerosos otras instituciones financieras e incluso administraciones locales en Italia (!), se cancelan a la vez que se protege, hasta cierto límite, el ahorro de los pequeños inversionistas en instrumentos tales como los fondos de pensión u otros instrumentos financieros no especulativos y se garantiza el financiamiento de las actividades esenciales en la economía física.
El Bienestar General debe tener prioridad sobre las obligaciones financieras creadas para alimentar la burbuja financiera.
2. Son necesarias nuevas reglas son necesarias para garantizar la estabilidad necesaria para la producción y el comercio internacional:
a. tipos de cambio decididos por medio de tratados entre naciones (tipos de cambio fijos), y de esta manera evitar las fluctuaciones del mercado especulativo;
b. controles sobre la transferencia de capital con fines especulativos (control de capitales), y favorecer las inversiones de largo plazo en la economía productiva;
c. un sistema crediticio que garantice tasas de interés bajas, inversiones a largo plazo en la infraestructura, la industria y alta tecnología (crédito productivo), para romper con la orientación en décadas recientes que han alentado la búsqueda de la ganancia rápida mientras se castiga la actividad productiva.
3. Un sistema de crédito en vez de uno puramente monetario.
Considerando el hecho de que los bancos centrales emiten dinero a su arbitrio para el propósito del ajuste monetario, es necesario crear un sistema que proporcione crédito con la meta de promover el desarrollo económico. El origen de este modelo se encuentra en la Constitución de los Estados Unidos, y fue aplicado por el secretario del Tesoro Alexander Hamilton, y luego continuado por Abraham Lincoln y el gran Franklin Roosevelt durante el crac y la depresión de los 1930. Un sistema de crédito fue la idea que inspirara el sistema original de Bretton Woods, que funcionó con éxito hasta su abandono en 1971, y que ahora propone de nuevo el economista con autoridad Lyndon LaRouche.
4. Dada la historia trágica de las guerras que han irrumpido en coincidencia con las crisis económicas en el pasado, el Senado compele también al Gobierno a actuar para asegurar que los países europeos trabajen juntos con las potencias del mundo más importantes, y en particular los Estados Unidos, Rusia, China e India, para sentar las bases de una cooperación internacional capaz de lograr los objetivos expuestos arriba, venciendo la oposición de aquéllos que desean defender su poder para promover conflictos y divisiones que obstaculizan el progreso del mundo en su conjunto.
La iniciativa presentada en el Senado de Italia puede leerse a continuación:
http://www.senato.it/japp/bgt/showdoc/showText?tipodoc=Sindisp&leg=16&id=312067
Atto n. 1-00029
Pubblicato il 25 settembre 2008
Seduta n. 61
PETERLINI , D'ALIA , PINZGER , THALER AUSSERHOFER , FOSSON , GIAI , CINTOLA , CUFFARO , BAIO , BOSONE , MOLINARI , NEGRI , RANDAZZO , ROILO , GHEDINI , BERTUZZI , GUSTAVINO , BLAZINA , MARITATI , DEL VECCHIO
Il Senato,
premesso che:
l'aggravarsi della crisi finanziaria internazionale evidenziata nelle ultime settimane con i crac finanziari di Fannie Mae, Freddie Mac, Lehman Bros. e AIG, tra le altre, ha costretto il Governo federale degli Stati Uniti e numerose banche centrali ad operare interventi d'emergenza per evitare un vera e propria reazione a catena che metterebbe in ginocchio l'economia mondiale;
la gravità di questa crisi come minaccia alle condizioni di vita dei popoli di tutto il mondo e anche come fonte di destabilizzazione strategica è stata denunciata dal Parlamento italiano già dal 2001 (si vedano in proposito, fra le altre, nella XIV legislatura, la mozione 1-00320 presentata alla Camera dei deputati dall'onorevole Lettieri e la mozione 1-00059 presentata al Senato dal senatore Peterlini), che ha chiesto al Governo e alla comunità internazionale di agire per creare un nuovo sistema finanziario atto ad evitare future crisi e promuovere la ricostruzione dell'economia reale;
nonostante questi appelli, le autorità politiche e monetarie in Europa e negli Stati Uniti hanno continuato a permettere - e di fatto promuovere - un'economia basata sulla crescita dei valori finanziari fittizi, non legati all'economia produttiva, da ultimo con la bolla dei mutui subprime e la speculazione nei settori delle materie prime, dei prodotti energetici e alimentari;
la mancata adozione di misure per cambiare direzione ha portato agli eventi drammatici degli ultimi giorni e mesi. Ora le autorità si trovano a correre da un fuoco all'altro, mentre diventa sempre più evidente che il buco creato dalla speculazione non può essere colmato. Purtroppo, piuttosto che seguire l'esempio della ricostruzione postbellica in Europa oppure del "New Deal" attuato dal presidente americano Franklin Delano Roosevelt durante la Grande Depressione, oggi le autorità tentano di utilizzare i fondi forniti dallo Stato per coprire le perdite provocate dai titoli ipotecari (MBS, Mortgage-Backed Securities) e dagli strumenti derivati che hanno moltiplicato i valori speculativi oltre l'immaginabile. Come esempio basti rilevare che lo scopo dichiarato del salvataggio della AIG ed altri istituti è quello di garantire la copertura dei titoli derivati legati alla speculazione nel settore dei mutui subprime, piuttosto che proteggere le attività economiche ordinarie. Un tale tentativo non solo è inutile, ma garantisce l'ulteriore aggravarsi della crisi a cui intende rimediare e inoltre provoca una iperinflazione. Infatti, da un'inchiesta recente del Congresso USA si rileva che la nuova liquidità emessa dalle banche centrali per salvare gli operatori finanziari è stata utilizzata per ulteriori attività speculative che hanno comportato l'esplosione dei prezzi del petrolio e dei generi alimentari negli ultimi mesi,
impegna il Governo:
ad agire in sede internazionale per promuovere una riorganizzazione del sistema monetario e finanziario internazionale e cooperare con le principali potenze mondiali per stabilire un nuovo sistema, sul modello della Nuova Bretton Woods come proposta dall'economista americano Lyndon LaRouche, caratterizzato sulla base dei seguenti aspetti:
1. la riorganizzazione del sistema finanziario dovrà seguire il modello dell'amministrazione controllata, in cui i debiti speculativi – che rappresentano la stragrande maggioranza dei valori che gravano sui bilanci delle principali banche commerciali e d'investimento, oltre a numerosi altri istituti finanziari e perfino su enti locali italiani – vengano depennati o estinti, salvaguardando invece, fino a un certo limite, gli investimenti dei piccoli risparmiatori anche nei fondi pensione e in altri strumenti finanziari non speculativi, e garantendo il finanziamento delle attività essenziali dell'economia reale. Il bene comune (General Welfare) deve avere precedenza rispetto agli obblighi finanziari creati per foraggiare la bolla speculativa;
2. nuove regole dovranno garantire la stabilità necessaria per la produzione e il commercio internazionale: a) cambi valutari decisi con accordi tra le nazioni (fixed exchange rates), evitando le oscillazioni speculative dei mercati; b) controlli sui trasferimenti di capitali a fine speculativo (capital control), privilegiando gli investimenti a lungo termine nell'economia produttiva; c) un sistema creditizio che garantisca investimenti a basso tasso d'interesse e a lungo termine in infrastrutture, industria e alta tecnologia (productive credit) per rompere con la tendenza degli ultimi decenni, in cui si è incoraggiata la ricerca del profitto facile penalizzando l'attività produttiva;
3. un sistema creditizio e non puramente monetario. Considerando che le banche centrali emettono arbitrariamente moneta per fini di aggiustamento monetario, occorre creare un sistema che fornisca credito al fine di promuovere lo sviluppo economico. Questo modello trova le sue origini nella Costituzione degli Stati Uniti e fu adottato dal segretario al tesoro Alexander Hamilton, nonché ripreso dal presidente Lincoln e dal grande presidente Roosevelt nel crac e nella depressione degli anni Trenta. Il sistema creditizio e non monetario fu l'idea ispiratrice del sistema di Bretton Woods, che funzionò con successo finché non fu abbandonato nel 1971 e oggi viene riproposto dall'autorevole economista Lyndon LaRouche;
considerata la tragica storia di guerre che sono scoppiate in coincidenza con le crisi economiche passate, ad agire perché i Paesi europei lavorino in accordo con le principali potenze mondiali, a partire da Stati Uniti, Russia, Cina e India, per porre le basi di una cooperazione internazionale capace di realizzare gli obiettivi preposti, superando le opposizioni da parte di chi, tramite una politica conflittuale, vuole difendere la propria supremazia favorendo divisioni che impediscono il progresso del mondo nel suo complesso.
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