viernes, 19 de diciembre de 2008

El abrazo de Grasso y Raúl Reyes

Un artículo que va a causar mucho escozor... ni modo, no se puede pasar por lucha revolucionaria el más elemental atentado contra las mínimas dignidades humanas.
Y hay que señalar quienes son los verdaderos causantes del narcotráfico: la oligarquía de cuello blanco políticamente intocada






http://www.larouchepub.com/spanish/other_articles/2008/0401_grasso_defiende.html


De nuestros archivos (Vol. XVI, nums. 15-16, agosto de 1999):
El "Grasso Abrazo"

1. Documentación:

El presidente de la bolsa neoyorquina defiende sus negociaciones con las FARC

  1. Documentación: El presidente de la bolsa neoyorquina defiende sus negociaciones con las FARC
  2. Legalizar el narcotráfico a como dé lugar, quieren Wall Street y el FMI
  3. Documentación: Un funcionario del FMI da clases de narcocontabilidad
  4. Sin los bancos, no habría narcotráfico
  5. Los nuevos aliados de Wall Street y el Departamento de Estado: el 'Tercer Cartel' colombiano
  6. Del archivo de EIR: la oligarquía financiera patrocina el narcotráfico

El presidente de la Bolsa de Nueva York, Richard Grasso, en rueda de prensa del 29 de junio en Nueva York, dio un informe de su visita a Colombia. Aunque dicha conferencia se programó para hablar sobre Colombia, acabó combinándose con un anuncio de las conclusiones de una investigación de la Comisión de Valores y Cambios, de 18 meses de duración, sobre el funcionamiento de la Bolsa de Nueva York tras el arresto de ocho corredores de bolsa por uso indebido de información confidencial para maniobras financieras.

EIR se conectó por teléfono con la rueda de prensa, pero sólo se recibían preguntas de los periodistas presentes en Nueva York. La conferencia se desenvolvió en un ambiente de surrealismo. La mayoría de los periodistas se concentraron en preguntas sobre transacciones por Internet las 24 horas del día y cosas por el estilo. Un puñado de éstos hicieron preguntas sobre Colombia, pero ninguno preguntó lo obvio en cuanto a la nueva asociación de la Bolsa de Nueva York con el tráfico de drogas. Tampoco se vio que alguno de ellos notase lo más irónico de la conferencia: He aquí el educadito presidente de la Bolsa de Nueva York alardeando de que (una vez más) la Comisión de Valores y Cambios "no le impuso ¡ninguna multa! ¡ninguna censura!" a la bolsa neoyorquina por los relativamente insignificantes delitos de empleo ilegal de información confidencial para maniobras financieras, al mismo tiempo que alababa su reunión con uno de los principales financistas y asesinos del cartel de las drogas. "Nos preciamos de la... integridad de los mercados", entonó Grasso. "La población tiene esta institución en alta estima, como debe ser. Así que, cada vez que se enteren de alguna infracción, ya sea que la cometa un individuo, o cinco, u ocho, ya son uno, o cinco, u ocho de sobra". Hay que ser necio de veras para creerle los embustes a este encantador de serpientes.

A continuación los comentarios de Grasso sobre Colombia. Las preguntas están abreviadas.


Caluroso abrazo entre Richard Grasso, presidente de la bolsa neoyorquina, y Raúl Reyes, encargado de finanzas de las FARC.

Declaración introductoria de Grasso: El tema de nuestro viaje a Colombia, creo, tiene que situarse en el contexto de una iniciativa del sector privado; no fue por iniciativa del gobierno de los Estados Unidos, sino por invitación del presidente [Andrés] Pastrana, de Colombia, con quien me reuní hace un par de meses, y el presidente estaba muy interesado en que alguien del sector privado, y particularmente de los mercados de capitales, viniera a Colombia previo al inicio de las pláticas de paz que empezarán el 7 de julio, y se reuniera con las FARC; alguien de la iniciativa privada que viniera y compartiera con el liderato de las FARC los méritos del desarrollo económico en una Colombia, por así decirlo, de posguerra. Utilizo el término "guerra" no en el sentido convencional de la palabra, sino en reconocimiento de los 35 años de actividad de las guerrillas en Colombia, siendo las FARC el mayor movimiento guerrillero, con cerca de 20.000 soldados armados y un historial de cerca de 35 años de conflicto con el gobierno. Las negociaciones con las FARC, que empezarán el mes entrante, serán muy importantes para el futuro de Colombia.

El presidente Pastrana cree firmemente que se puede negociar la paz con una agenda que es relativamente posible lograr en los próximos años, y desea que, una vez que se establezca la paz, debe haber en Colombia desarrollo económico e inversiones; esos fueron el tema de mis pláticas con el comandante Reyes. Nos reunimos por hora y media y hablamos de las oportunidades de inversión en Colombia una vez lograda una paz duradera, y una vez que el mundo reconozca que esa paz pueda extenderse a todo el país.

Pregunta:

¿Quiere ampliar más sobre su viaje a Colombia?

Grasso: Para los que han tenido el privilegio de visitar Colombia, es un país extraordinariamente bello. En la mayoría de los últimos 40 años lo ha desgarrado las actividades guerrilleras. El nuevo presidente es muy impresionante; un hombre impresionante que cree firmemente que él marcará el cambio, que él negociará la paz con las guerrillas.

Los líderes con los que me reuní, creo, entienden el valor de la paz en Colombia. El comandante Reyes y las FARC reconocen que no es aceptable al mundo que se vea a Colombia sólo como una economía narcotraficante y que se acabaron los días en que esta era la principal industria. Está muy acorde con el tema de la inversión alterna, que tendrá lugar una vez llegue la paz a Colombia, y está bastante abierto al diálogo que tuvimos sobre todo el proceso de democratización del capitalismo: cómo los países vecinos, como Chile y otros países latinoamericanos, han reestablecido sus economías para convertirse en países de propietarios.

Estuvo muy interesado en el modelo aquí en los Estados Unidos, porque, para su sorpresa, le dedicamos un poco de tiempo a hablar del alcance de la sociedad anónima en los Estados Unidos. Cómo los accionistas no sólo son los de la comunidad financiera, sino los de las líneas de ensamblaje, los que dan clases en las escuelas, los conductores de autobuses. Y creo que el liderato de las FARC es suficientemente sofisticado para entender que habrá un próximo capítulo para Colombia.

Las FARC actualmente tienen bajo su control, por concesión del gobierno, un pedazo de territorio del tamaño de Suiza. Allí fue donde nos reunimos con las guerrillas en Machaca, que queda por el sur de San Vicente, creo.

Pero fue una experiencia extraordinaria en el sentido de que el comandante tiene formación como ingeniero en la antigua Unión Soviética. Muy sofisticado, pese a lo que puede parecer a primera vista, en términos de su uniforme de campaña y su M-16. Y sabía bastante de inversiones y de mercados de capital y de la necesidad de estimular la entrada de capital extranjero a Colombia. Bastante interesado en cómo podrían entrar las compañías colombianas a los Estados Unidos y ganar capital para invertirlo en su país.

Fue extraordinario, pues. Es la segunda vez que he estado en Colombia. Esta visita fue la primera bajo el mandato del presidente Pastrana, a quien tengo enorme respeto. Creo que es un verdadero mercader de la paz y logrará el cambio en ese país.

Pregunta:

¿Piensa usted que tendrá algún papel en las negociaciones?

Grasso: En la medida que el presidente Pastrana quisiera que tuviera un papel muy, muy tangencial, en cuanto a inversiones, desarrollo de mercados de capital y aconsejar tanto al gobierno como a aquellos con quienes habla en las negociaciones de paz, sería un honor y estaría dispuesto a hacerlo. No me concibo a mí mismo como partícipe en las negociaciones, aunque puedo decirles que tenemos el privilegio de tratar con dos bancos colombianos, el Banco Ganadero y GranColombia, y son enormes; creo que hay otras varias compañías en Colombia que son muy interesantes y serían buenas adiciones a la lista internacional de la bolsa neoyorquina.

Mi actual papel con Colombia es servir como miembro del Comité Asesor para el año 2000 del presidente Pastrana, que fue como me relacioné con el presidente, y con esta visita del fin de semana pasado, creo que él es un verdadero creyente en la paz, y en la medida en que resuelva usarme en negociaciones futuras, que no sean políticas, estaré a su disposición.

Pregunta:

[En relación con los asesinatos de tres estadounidenses a manos de las FARC.] ¿Hubo alguna reacción del gobierno de Clinton respecto a este viaje?

Grasso: Bueno, creo que el Departamento de Estado dejó muy claro que este viaje era un viaje de un representante del sector privado y no del gobierno estadounidense... Fui a petición del presidente Pastrana, como ciudadano, como emisario de finanzas, obviamente, y ciertamente como alguien que se ha beneficiado de ser ejecutivo de una institución que tiene lazos comerciales con dos bancos colombianos. Fue en esta capacidad y no en representación oficial del gobierno de los Estados Unidos que me reuní con el comandante Reyes. Creo que es... suficiente decir que las FARC entienden que cuando se negocie la paz en Colombia, tiene que ser paz basada en la justicia, un sistema de justicia y en las negociaciones, creo que el liderato, las FARC y el liderato que el presidente Pastrana tendrá en la mesa de negociaciones, tendrán que resolver esas cosas.

Pregunta:

[Inaudible.]

Grasso: Invité al comandante Reyes y al comandante supremo [Manuel Marulanda, alias 'Tirofijo', cabecilla de las FARC] a caminar por el piso de transacciones conmigo, y —espero—... junto con el presidente Pastrana. Y espero que cuando acepten la invitación, tengan la experiencia de primera mano de lo que hablamos el sábado: tomarán lo académico y lo transformarán en experiencia de la vida real. Es muy importante reconocer, como lo ha hecho el presidente Pastrana, que las FARC tienen que tener un concepto más amplio de Colombia, de América Latina, y del escenario mundial en que Colombia espera competir. Y creo que el ofrecerle a diferentes facciones la oportunidad de venir aquí a caminar por el piso de transaciones, y entender el capitalismo de primera mano, será un factor valioso en la economía colombiana posterior a cualquier acuerdo.

No soy tan ingenuo para pensar que el comandante venga la semana entrante, pero él ciertamente reconoce el valor de venir a los Estados Unidos, y experimentar, no sólo los mercados financieros, sino la tecnología agrícola, que será muy importante para levantar de nuevo la economía colombiana; dónde y cómo se debe estimular la economía colombiana; cómo recabar capital, tanto regionalmente como fuera de la región.

Nuevamente, para subrayar: aquél fue, pienso, un líder muy sofisticado. Creo que Raúl Reyes —el comandante Reyes— conoce bastante y está muy interesado en venir y ver esto personalmente. Quizás reunirse con muchos de ustedes.

Pregunta:

¿Tuvo alguna comunicación con el gobierno estadounidense antes o después de su viaje?

Grasso: Como lo mencioné anteriormente, el gobierno de los Estados Unidos ha roto cualquier relación con las FARC. El embajador estadounidense en Colombia fue muy amable de ponerme al día antes de que partiera a la selva. Estuvo con nosotros el sábado en la noche, cuando el presidente Pastrana nos ofreció una cena a la comunidad empresarial y financiera y tuvimos un franco intercambio de experiencias.


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